miércoles, 16 de mayo de 2018

ATG Capítulo 1101

Traductor: Trafalgar
Corrector: ??

Capítulo 1101: Jazmín, Pequeña Jazmín

En un mundo de color negro, su consciencia lentamente estaba volviendo a él.

Cuando Yun che abrió sus ojos, vio una silueta de color rojo de estatura baja de pie junto a él, mirándolo en silencio.

Ese pequeño rostro hermoso incomparable transmitía un tinte de orgullo y frialdad. Ella todavía estaba usando su Vestido de Hada Rojo Ahumado favorito. Su cabello escarlata llegaba a sus caderas, haciéndola verse apacible y delicada.

“Jaz… mín…” Yun Che susurró. Él sabía que estaba en un sueño pero en su alma no pudo dejar de temblar con emoción.

“Te has malherido de nuevo. ¿No me digas que es por esa mujer?” Jazmín lo miró fijamente, esa mirada y tono familiar, y esa contundente postura, la conducta de un maestro.

“Jeje…” Yun Che rió entre dientes: “Si. Ella se llama Pequeña Jazmín.”

“¡Hmph!” Jazmín estaba enfadada: “¿¡Cuando aprenderás a cuidar bien de tu vida!? En estos años contigo, muchas veces he hecho un juicio injusto pero una cosa de lo que estoy segura es que si un día estás absolutamente y totalmente muerto, ¡la causa será una mujer!”

“Si es por ti…” Yun Che la miró y respondió con determinación: “No dudaré.”

“… ¡Idiota!” Ella lo regañó una vez más y luego se dio la vuelta, su mirada también dejándolo: “Antes de que partamos, ya dije todo. Ya no estamos destinados y no tenemos más lazos entre nosotros. Nuestros caminos ya no se cruzarán.”

“Vive bien, no tengas ninguna esperanza sin sentido… incluso si es por mí.”

Cuando su voz se desvaneció, esa figura de ensueño suya poco a poco se volvió borrosa.

“Jazmín… ¡Jazmín! No te vayas, tengo más cosas de que hablar contigo… ¡¡Jazmín!!”

Yun Che se sentó, el dolor en todas partes de su cuerpo lo despertó por completo, su visión también lentamente comenzando a aclararse.

Este lugar parecía como una cueva formada naturalmente. Había una fogata pequeña hecho de los pedazos rotos de madera. Una jovencita vestida en un vestido de colores estaba sentada en frente de él. Sus mejillas y mentón descansaban sobre sus palmas a medida que lo miraba sin parpadear.

“Despertaste tan pronto, pensé que dormirías más tiempo.” Las manos de Pequeña jazmín todavía permanecían en sus posiciones sujetando su lindo rostro en medio. Ella suavemente continuó: “Tus heridas son muy graves.”

“¿Por cuánto tiempo me dormí?”

Él tenía un terrible dolor de cabeza, puso su mano sobre su cabeza por un rato antes de suavizar lentamente su agarre.

La perdida de mi energía mental es más grande que las heridas que sufrí físicamente. Probablemente solo podría recuperarme después de un largo periodo de tiempo.

Pequeña Jazmín ladeó su cabeza, recordando: “Probablemente de dos a tres horas. Oh si, Cuñado, estabas gritando constantemente el nombre de Hermana mayor Jazmín hace un momento.”

“…” Yun Che hizo una pausa por un rato para respirar y pararse lentamente, su espalda apoyándose contra la pared de piedra. La oscuridad afuera tenía algo de luz brillante a través. Era probablemente pasado la media noche: “¿Dónde está este lugar? ¿Fuiste la que me trajo aquí?”

“Por supuesto que fui yo. ¿Crees que son esos tipos malos?” Pequeña Jazmín hizo pucheros: “De todos modos, no sé dónde está este lugar pero es muy seguro. No hay nada notable dentro de los alrededores. Tú de verdad de verdad necesitas agradecerme, Cuñado, si no hubiera hecho tal trabajo agotador arrastrando a Cuñado hasta este lugar seguro, muy probablemente habrías sido comido por las profundas bestias por ahora.”

“…” Yun Che no habló más. Él lentamente y firmemente intentó recuperar su consciencia. Era sólo que no puede deshacerse de la figura roja flotando que vio en los sueños de su visión.

“jazmín…” Su consciencia comenzó a desfallecer una vez más.

Pequeña Jazmín abrió sus labios un poco, un poco perpleja en su mirada como estatua y de prisa preguntó: “Cuñado, ¿estás muy enojado conmigo ahorita?”

“…” Yun Che comenzó a despertar una vez más y miró a Pequeña Jazmín: “¿¡Qué piensas!? Olvídate de la última vez, ¡Esta vez casi fui asesinado por ti!”

“Jejeje. Pequeña Jazmín sacó su lengua descaradamente: “En realidad… En realidad sea ésta o la última vez, dejé que esas malas personas me descubran a propósito. Es porque sabía que cuñado estaba a mi lado, si no ellos jamás habrían sido capaces de encontrarme.”

“¡Tú!” Yun Che violentamente giró su cabeza, su mirada como dagas sobre ella: “Tú en realidad no eres tan simple como te ves. Quién diablos eres… ¿¡Y por qué estás intentando perjudicarme!?”

“No quiero perjudicar a Cuñado. Yo sólo…” Ambos ojos de Pequeña Jazmín comenzaron a curvarse conforme reía tontamente: “Yo sólo quería ver si Cuñado estaba dispuesto a enfrentar cada peligro para venir a salvarme.”

“¡Hmph!” Yun Che puso mala cara conforme escupía las siguientes palabras: “No tenemos lazos entre nosotros. ¿¡De dónde viene tu confianza que te salvaré una y otra vez!?”

“Es definitivamente porque soy tan bonita y tan adorable. Cuñado jamás soportaría dejarme sufrir incluso el daño de un cabello.”

Yun Che: “…”

“Oh y hay esta otra… muy muy pequeña razón.” Pequeña Jazmín comenzó a hablar en un tono silencioso: “Quería saber si es porque tengo el mismo nombre como la Hermana Mayor Jazmín que Cuñado no me abandonó… ¡Jamás habría pensado que Cuñado en realidad fuese tan estúpido!”

Fue como si cada palabra de Pequeña Jazmín estuviera perforando la debilidad fatal de Yun Che.

La razón de por qué arrojó la precaución al viento una y otra vez para arriesgar su vida para salvar a esta pequeñita con quien no tenía lazos… la razón más grande… No… La única razón era porque su nombre era “Pequeña Jazmín”.

Quizá era una coincidencia y quizá ella estaba hablando tontearías en aquel entonces, pero para Yun Che, quien había venido al Reino Divino solo, cuya todo ser estaba preocupado con jazmín, “Pequeña Jazmín” era de hecho un nombre que tocó las profundidades de su corazón. Él quería rechazarla por tener el mismo nombre. Él estaba disgustado que ella obstinadamente llamó a Jazmín “Hermana Mayor Jazmín” mientras también lo llama Cuñado…

Sin embargo… sin saber…. Ella había dejando su marca en su corazón.

Él no puede ignorar estos sentimientos de mucho peso que seguían viniendo a él cada vez que Pequeña Jazmín parecía estar en peligro.

“… No habrás una próxima vez. Y no me llames cuñado. Sss…”

Su tono era serio y hablando abrió algunas heridas. Yun Che se estremeció en dolor, su cuerpo convulsionándose un poco.

Inesperadamente, después de esta charla de Yun che, Pequeña Jazmín no se comportó en su modo obstinado e indisciplinado de costumbre. Ella suavemente hizo pucheros, viéndose extremadamente culpable y dolida: “Cuñado, ya sé que estaba mal. En ese entonces, pensé que era divertido, no sabía que sufrirías hasta este extremo.”

Ella estiró su mano, con cuidado dudando acercarse a la herida del pecho de Yun Che, aparentemente queriendo tocarlo pero no atreviéndose: “¿Duele mucho? Prometo que no lo haré de nuevo. Definitivamente no lo haré.”

Mirando a su mirada lamentable y modo arrepentido, Yun Che ya no podía ventilar su vientre lleno de indignación e ira. Él casualmente e impotentemente sacudió su cabeza: “Olvídalo, siempre y cuando sepas que estabas mal…”

Antes de que incluso hubiera terminado de hablar. Los ojos de Pequeña Jazmín brillaron conforme respondía alegremente: “Sabía que Cuñado ya no estaría enojado conmigo. ¡Jejejeje! Cuñado, cuando estabas durmiendo, tú gritaste el nombre de la Hermana Mayor Jazmín decenas de veces. Arriesgarse al peligro para salvarme también fue por la Hermana mayor Jazmín. Tratas a la Hermana Mayor Jazmín tan bien, ¡Con razón ella estaba dispuesta a casarse contigo!”

“…” Yun Che respiró suavemente: “Ya que has sido honesta conmigo, también seré honesto contigo sobre esto. Jazmín… Ella en realidad no es mi esposa, ella es mi maestra.”

“¿Eh?” La boca de Pequeña Jazmín se agrandó: “¿Maestra? Ah… Eh… Entonces cuñado debe ser extremadamente respetuoso hacia ella, ¿tengo razón?”

“¿Respetuoso?” Yun Che alzó su cabeza: “No sé. No sé cuales son mis sentimientos por ella. Ella es mi maestra pero es mucho más que sólo un maestro para mi.”

Pequeña Jazmín no interrumpió y en silenció lo miró, sin parpadear.

“Ella me enseñó muchas cosas pero jamás he sentido el tipo de gratitud o respeto que uno tiene hacia un benefactor. Ella me salvó incontables veces. Si no fuera por ella, yo habría sido un cuerpo muerto yaciendo en alguna parte pero jamás he tenía el tipo de agradecimiento que uno tiene hacia su salvador… Ella es la única en este mundo que me ha regañado más… Ella es la más feroz… pero jamás he sido mala con ella… de hecho… cuando sueño… espero verla y oírla regañarme de nuevo, mil veces… no decenas de miles de veces.”

Sin darse cuenta de ello, todos los sentimientos comenzaron a salir. Por Jazmín, él vino al Reino Divino. Él se había encontrado con incontables personas, pero todavía estaba constantemente solo. Él tuvo que enterrar sus planes por Jazmín profundo dentro de su corazón. Su nombre era el peor tipo de tabú inimaginable aquí. Él no puede hablar de ella, no puede hablar sobre ella nunca más.

Ahorita, él no pudo evitar confiar en esta niña llamada “Pequeña Jazmín” quien constantemente le gritaba el término “Cuñado, Cuñado”. Sin saber por qué, él expuso sus sentimientos y confió en ella.

“Siempre he sabido que ella y yo éramos de mundos diferentes pero jamás habría imaginado que nuestra partida sería tan abrupto, tan decisivo.”

“Después que se fue, me sentí como si la mitad de mi de pronto estuviera haciendo falta. Yo al principio pensé que era porque estaba acostumbrado a depender en su fuerza y el sentimiento de seguridad que me da pero después lentamente me di cuenta que era ella de quién estaba acostumbrado, todo sobre ella. Sin ella, mi vida siempre tendría un vacío inllenable.”

Pequeña Jazmín abrió su boca: “Entonces… ¿La estás buscando ahora?”

“Mn.” Yun Che estaba tan concentrado en sus emociones que no se dio cuenta de la rareza de la pregunta de Pequeña Jazmín. Él medio murmuró: “Yo nací en los reinos inferiores. Yo vine al Reino Divino sólo para verla otra vez… No importa qué, tengo que encontrarla, incluso si es sólo para decir adiós apropiadamente.”

Yun Che cerró sus ojos… Si puedo encontrar a Jazmín… y si es solamente sólo para decir adiós, ¿realmente estaré satisfecho?

“Viniste al Reino Divino, para buscar a Hermana Mayor Jazmín… ¿Esa esa la única razón?” Pequeña Jazmín continuó.

“Mn.” Yun Che respondió sin vacilación.

“…” La mirada de Pequeña Jazmín comenzó a volverse inquieta: “Entonces, ¿en dónde está ahora y cómo vas a buscarla?”

“Sé dónde está… Es sólo que está en un lugar al que nunca puedo llegar.” Yun Che dio una risa fría auto-reprobatoria: “Pero, he encontrado una forma de verla otra vez. Es sólo que tengo que encontrar dos elementos. Si los encuentro, definitivamente podré verla en dos años.”

“¿Oh? ¿Qué elementos?”

Una mano pequeña se apoyó sobre el hombro de Yun Che y comenzó a sacudirlo suavemente: “¡Dime, dime! Puedo haber oído de ellos antes.”

Yun che rió entre dientes: “De estos dos elementos, uno se llama Jade del Buda de la Novena Estrella Divina, y el otro se llama Hierba Emperador Inmortal.”

“Jade del Buda de la Novela Estrella Divina… Hierba Emperador Inmortal…” Pequeña Jazmín comenzó a repetir estos nombres para ella misma, sus ojos parpadeando constantemente… ¿Siento como que he oído de ellos antes pero también se siente como que nunca los he oído?

“Son elementos extremadamente raros, no sabiendo de ellos es normal.” Yun Che no estaba sorprendido por la mirada perpleja en el rostro de Pequeña Jazmín y lentamente dejó de hablar. La conciencia de Yun Che entonces se volvió más pesada. Él miró al tiempo afuera y comenzó a concentrarse. Él comenzó a canalizar el Gran Camino del Buda: “boy a empezar mi recuperación, es mejor que no me molestes de nuevo. Ve a dormir un poco. Te sacaré de aquí al amanecer.”

“Oh.” Pequeña Jazmín respondió pareciendo un tanto distraída.

Tras activando el Gran Camino del Buda, Yun Che rápidamente se tranquilizó, su cuerpo físico y estado mental comenzaron a recuperarse rápidamente.

“Tales nombres extraños. Se siente como que no tengo esas cosas en casa.” Pequeña Jazmín estaba abstraída. Finalmente, después de mucho tiempo y poniendo mucho esfuerzo en pensar sobre este asunto, sus ojos se iluminaron.

“¡Eso es! ¡Puedo preguntarle a esos abuelos del Reino Misterio Celestial!”

Después que se sintió confiada, la pequeñita comenzó a animarse de nuevo. Ella de inmediato comenzó a volar en el aire y dentro un abrir y cerrar de ojos, desapareció.