miércoles, 25 de julio de 2018

ATG Capítulo 832

Traductor: Radak
Corrector: Radak


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Capítulo 832 - Crisis Sin Precedentes
Feng Ximing, que estaba arrastrándose por el suelo, había escupido muchas bocanadas de sangre consecutivamente. Después de eso, de repente sacudió si cabeza y habló con una  voz ronca, “Real Padre, comparado con Xue’er, qué Maestro de la Secta Fénix Divino, qué Emperador de Fénix Divino, puedo dejar todo a un lado. ¡¡Siempre que pueda tener a Xue’er, estoy dispuesto a perder toda mi posición y reputación, a perder todo lo que tengo!! Usted comprometió a Xue’er con otra persona, pero el Maestro de Espada Xuanyuan puede ayudarme a obtener a Xue’er... ¡Todas estas cosas sucedieron debido a que usted me obligó a hacerlo! ¡Todo fue debido a que usted me empujó hasta este punto!”
“Tú... ¡Tú!” El cuerpo de Feng Hengkong se balanceó a medida que escupía una gran bocanada de sangre con un gorgoteo húmedo. Después de eso, se hundió en el suelo, sus rodillas golpearon el suelo con un golpe y su expresión estaba llena de un interminable dolor...
Él, Feng Hengkong, había cometido errores en su vida, pero si se examinaba a sí mismo, podría decir que había vivido una vida digna de la Secta Fénix Divino y del linaje del Fénix que fluía en su cuerpo. Hizo muy pocas cosas por su propio bien y la mayoría de sus acciones habían sido por la secta. Durante estos últimos cien años, traería a Feng Ximing a lo largo de muchos grandes eventos para que pudiera permanecer a su lado y aprender de lo que había visto u oído, a fin de prepararlo para el gran poder y la responsabilidad que sería una carga para él los próximos años.
Pero nunca había soñado que él criara a un hijo así...
“Vil criatura... ¡Verdaderamente eres una vil cosa!” Dijo Feng Zukui a medida que levantaba su cabeza, su pecho se elevaba violentamente. Nunca antes había estado tan enfurecido en toda su vida.
“Déjenme...Arreglar… ¡¡Nuestros asuntos familiares personalmente!!” Feng Tianwei ya no podía contener su ira. Estaba tan enojado que las llamas en las palmas de sus manos explotaron hacia afuera conforme su garra se precipitaba hacia Feng Ximing.
¡¡¡BOOOOOOM!!!
Con una fuerte explosión, las llamas de Fénix de Feng Tianwei se separaron a la izquierda y a la derecha conforme se estrellaron contra una pared invisible de energía. El rostro alegremente sonriente de Xuanyuan Wentian apareció frente a él a medida que hablaba. “Gran Maestro de la Secta Fénix Divino, ¿qué está tratando de hacer? Este es el próximo Maestro de la Secta Fénix Divino, su propio nieto. Aunque haya cometido un error, sólo tiene que reprenderlo por ello, no debería azotarlo con un golpe tan fuerte.”
Las pupilas de Feng Tianwei se estrecharon ligeramente conforme hablaba con una voz profunda, “¡Este es el asunto de nuestra familia, no tienes derecho a interferir!”
“Maestro de Espada... ¡Xuanyuan!” Una vez que vio a Xuanyuan Wentian bloquear ese golpe por él, Feng Ximing sintió una sacudida de electricidad a través de su cuerpo a medida que sus ojos se vieron pintados por una intensa esperanza y deseo. Él habló con una voz ansiosa, “Yun Che no se ha ido a ninguna parte, todavía está aquí en este momento...”
“Tú... ¡Cállate!” Gritó Feng Tianwei con una voz furiosa conforme estiraba sus garras hacia Feng Ximing una vez más.
Los ojos de Xuanyuan Wentian destellaron a medida que hacía un pequeño gesto con la mano. Inmediatamente, Feng Tianwei sintió como si su cuerpo hubiera sido aplastado por una enorme montaña conforme era instantáneamente mandado a volar decenas de metros.
“Continúa.” Dijo Xuanyuan Wentian plácidamente a medida que bajaba su brazo y lo colocaba detrás de su espalda.
“Yun Che no se ha ido todavía... En este momento, mi real hermana Xue’er debería haberlo llevarlo al Reino Mítico del Fuego del Fénix. ¡Sin embargo, Yun Che ya está muerto!” Feng Ximing escupió conforme respiraba pesadamente.
“¿El murió?” Preguntó Xuanyuan Wentian a medida que su cuerpo se sacudía con ferocidad, “¿Cómo murió?”
A pesar que se sorprendió por esta noticia, Xuanyuan Wentian confiaba en que Feng Ximing, al llegar a este punto, lo consideraría su única esperanza de salir de esto vivo, por lo que definitivamente no diría nada para engañarlo.
“No sé cómo murió. Pero cuando lo vi justo ahora, ya estaba muerto. Su cuerpo estaba cubierto de sangre y su corazón había sido destruido y no había ningún aura procedente de su cuerpo... ¡Es verdad, definitivamente no le estoy mintiendo!” Feng Ximing luchó poderosamente para levantarse a medida que gritaba esas palabras. “¿Lord Maestro de Espada, no quiso siempre el Espejo de Samsara que estaba en su poder...? Ahora mismo, su cuerpo está en el Reino Mítico del Fuego del Fénix, siempre que Maestro de Espada pueda encontrarlo, usted... Podrá obtenerlo fácilmente.”
Eso era verdad. El actual Feng Ximing no tenía otro lugar para correr. Ya sea para preservar su propia vida o para lograr su objetivo de obtener a Feng Xue’er, tuvo que hacer todo lo posible para obtener el favor de Xuanyuan Wentian.
“Je~ je~ je~ je~, jajajajajaja...” Los ojos de Xuanyuan Wentian se entrecerraron a medida que comenzó a reír salvajemente.
“A pesar de que este Maestro de Espada se enteró hace varios meses que su secta obtuvo una enorme mina de cristales púrpuras que sería capaz de producir al menos cincuenta kilogramos de Cristales Divinos y también me enteré de que hace mucho tiempo había perdido la protección del Dios Fénix, en ese momento, este Maestro de Espada estaba totalmente centrado en la Conferencia de la Espada Diabólica, así que no quería ser distraído por ninguna cuestión secundaria. Pero estaba esperando que la Conferencia de la Espada Diabólica terminara, para posteriormente venir a recoger este gran regalo que ustedes habían preparado para mí.”
Xuanyuan Wentian extendió ambos brazos y cerró los ojos conforme se deleitaba en ese sentimiento de satisfacción. Los cincuenta kilogramos de Cristales Divinos de Vena Púrpura que la Secta Fénix Divino había obtenido después de muchos reveses y dificultades se habían convertido en el ‘gran regalo’ del que acababa de hablar. Era como si él viera estos Cristales Divinos como algo que estaba destinado a pertenecerle.
“Pero, ¿quién habría esperado que esa demonia vestida de rojo aparecería de la nada? Ella no sólo destruyó completamente los planes de este Maestro de Espada, también cortó los dos brazos de mi Región Poderosa Espada Celestial, forzando a este Maestro de Espada a una situación en la que la única opción que me quedaba era pensar en cómo rogar por mi vida.”
“Pero al final, la voluntad del cielo está todavía en el lado de este Maestro de Espada, Jajajaja… Jajajaja...” Dijo Xuanyuan Wentian conforme reía a carcajadas. Normalmente no era una persona temperamental, pero durante este período entre la llegada y la partida de Jazmín, había experimentado una gran conmoción a medida que experimentaba lo que era caer del cielo al infierno y salir del infierno para entrar de nuevo en el cielo. Así que ahora mismo, su espíritu y su estado mental se habían relajado completamente. Era incapaz de controlar el impulso de desahogar sus sentimientos y reír salvajemente.
A medida que Xuanyuan Wentian seguía riendo salvajemente, Feng Zukui y las otras dos personas se sentían como si hubieran ido de la sartén al fuego.
“Joven Maestro de Secta, lleve a este Maestro de Espada al Reino Mítico del Fuego de Fénix.” Dijo Xuanyuan Wentian con una voz suave conforme su risa retrocedía abruptamente.
“S-Sí.” Dijo Feng Ximing a medida que ansiosamente luchaba por levantarse.
“¡Espera un momento!” Dijo Feng Zukui con un grito bajo.
“¿Oh?” Dijo Xuanyuan Wentian con una débil sonrisa. “Ahora que todo ha salido a la luz, ¿podría ser que Hermano Zukui piensa que alguien de su Secta Fénix Divino puede detener a este Maestro de Espada? O es que... ¿Quiere continuar su vieja historia sobre cómo su secta todavía está bajo la protección del Dios Fénix?”
Feng Zukui tomó una profunda respiración antes de decir, “Nuestra secta es desafortunada, ya que ha criado a una vil criatura, por lo que nuestra Secta Fénix Divino no tiene otra opción que admitir la derrota. Pero ahora que las cosas han llegado a este punto, quiero llegar a un acuerdo con Maestro de Espada Xuanyuan.”
“¿Oh?” Una expresión intrigada apareció en el rostro de Xuanyuan Wentian “¿Acuerdo? ¿Podría ser que Hermano Zukui tenga algo que pueda despertar el interés de este Maestro de Espada?”
Feng Zukui respondió con una mirada inexpresiva. “Esa cosa es el Espejo de Samsara.”
Xuanyuan Wentian fue sorprendido por un momento antes de que empezara a reír una vez más, “Jajajaja, Yun Che ya está muerto, así que el Espejo de Samsara ya es una de las posesiones de este Maestro de Espada, pero ¿Hermano Zukui en realidad quiere usarlo para negociar con este Maestro de Espada? Esto es simplemente ridículo.”
“¡Hmph!” Feng Zukui dio un resoplido frío antes de que hablara. “Durante la Conferencia de la Espada Diabólica hace diecinueve días, Yun Che dijo personalmente que el Espejo de Samsara estaba en su persona. Además, Maestro de Espada Xuanyuan parece conocer el secreto detrás del Espejo de Samsara y obtener el Espejo de Samsara también parece ser imperativo para Maestro de Espada Xuanyuan. Así que estaba claro que usted querría monopolizarlo. Así que ahora que Yun Che ya está muerto y su cuerpo está dentro de los terrenos de nuestra secta, sería realmente fácil obtener el Espejo de Samsara si así usted lo desea. ¡Pero si Maestro de Espada Xuanyuan no  encuentra una manera de sellar nuestros labios, me temo que no será tan fácil para usted monopolizarlo! ¡Especialmente ahora que la Región Poderosa Espada Celestial está en una situación en la que no pueden permitirse el lujo de que el bote sea sacudido en lo más mínimo!”
“Oh...” Xuanyuan Wentian le dio a Feng Zukui una mirada profunda antes de dar una risa apagada. “Hermano Zukui está a la altura de su reputación. Este acuerdo es algo que este Maestro de Espada tiene que hacer, pase lo que pase. ¿Pero puedo preguntar qué tipo de acuerdo Hermano Zukui desea hacer?”
“¡Es muy simple!” Feng Zukui dijo con una voz fría. “Guarde los secretos de nuestra Secta Fénix Divino para usted mismo. ¡Aparte de eso, sólo podremos prestarle a la Región Poderosa Espada Celestial la mitad de los cincuenta kilogramos de Cristales Divinos de Vena Púrpura que usted solicitó!”
“Ah, así es como es.” Dijo Xuanyuan Wentian a medida que asentía ligeramente. Ni siquiera se tomó el tiempo para dudar o considerar conforme hablaba en un tono relajado, “Este Maestro de Espada nunca había pensado en contarle a nadie sobre los secretos de su secta. Después de todo, no hay ventajas que se puedan obtener de eso y este Maestro de Espada nunca ha hecho nada que sea desventajoso para mí. En cuanto a la cuestión de pedir prestado esos Cristales Divinos, Je~ Je~, una vez que ponga mis manos en el Espejo de Samsara, estaré mucho más abierto a la negociación.”
“¡Bien! Maestro de Espada Xuanyuan es una persona directa y franca.” Dijo Feng Zukui a medida que asentía fríamente. Era como si no estuviera cuestionando el significado detrás de la actitud actual de Xuanyuan Wentian. “Ya que la situación ha llegado a esto, entonces deje que mi hijo y yo personalmente le escoltemos al Reino Mítico del Fuego de Fénix. Incluso si usted está confiando en esa vil criatura, él todavía no tiene la capacidad de abrir la barrera alrededor del Reino Mítico del Fuego de Fénix. ¡Sólo espero que Maestro de Espada Xuanyuan cumpla su palabra después de haber obtenido el cuerpo de Yun Che!”
“¡Hengkong, vigila a esa vil criatura!”
“Muy bien. Por favor.” Dijo Xuanyuan Wentian alegremente conforme llevaba una sonrisa que llenaba su rostro. Sin embargo, en las profundidades de aquellos ojos tranquilos brillaba una luz siniestra que era suficiente para asustar incluso a la serpiente más venenosa.
Feng Zukui miró ferozmente a Feng Ximing antes de girar. Pero no se elevó a los cielos. En cambio, comenzó a caminar en dirección al Reino Mítico del Fuego de Fénix. Sus pasos eran lentos y pesados, como si ello reflejara su alma que se sentía tan pesada como una montaña.
Feng Tianwei siguió rígidamente a su lado.
Las tres personas se fueron, dejando atrás a Feng Hengkong y a Feng Ximing. “¡Tú, Bastardo! ¡¡Bastardo!!”
Feng Hengkong dio un paso adelante y sacó a Feng Ximing del suelo, su rostro era tan malévolo como un lobo hambriento sediento de sangre.
“Je~...” Feng Ximing en cambio rio. “Golpéeme desde el fondo de su corazón, regáñeme desde el fondo de su corazón. Después de que le dije a Xuanyuan Wentian todo, yo había anticipado que este momento vendría... Pero, ¡¿y qué?! Ayudé a Xuanyuan Wentian a conseguir lo que quería y pronto honrará la promesa que hizo conmigo. Pronto... Pronto podré obtener a Xue’er.... ¡Ugh!”
Feng Hengkong sacudió su brazo, haciendo que Feng Ximing golpeara violentamente el  suelo. Ambos ojos estaban rojos escarlata a medida que jadeaba con brusquedad, “Yo, Feng Hengkong, soy uno de los héroes de una época, así que cómo pude... ¡Dar a luz a un bastardo extremadamente estúpido que es incluso peor que una bestia! Has cometido un error enorme, pero ni siquiera tienes el más mínimo remordimiento. En cambio, ¡¡todavía estás viviendo en tu propio mundo de fantasía!! Piensas... ¿¡Piensas que Xuanyuan Wentian va al Reino Mítico del Fuego de Fénix para recuperar el Espejo de Samsara del cuerpo de Yun Che!? ¡¡Su objetivo principal es matar a Xue’er!!”
“¿Qué?” Los ojos de Feng Ximing se ampliaron a medida que sacudía su cabeza en pánico, “¡No, no es posible! Definitivamente no es posible... Maestro de Espada Xuanyuan prometió recompensarme con Xue’er, así que definitivamente no lo hará. Él... No tiene una razón para matar a Xue’er.”
“¿No tiene una razón?” Feng Hengkong fue asaltado incesantemente por el vértigo conforme se tambaleaba por la rabia extrema y el dolor que sentía. Él habló con voz temblorosa, “¡La razón por la que no le dijo a nadie que el Dios Fénix había muerto fue debido a que quería tener el control exclusivo de toda nuestra secta! ¡¡Además, la única persona que puede escapar de su alcance en toda nuestra Secta Fénix Divino es Xue’er!! ¡¡Una vez que el Alma de Fénix de Xue’er se haya despertado por completo, incluso Xuanyuan Wentian podría no ser el oponente de Xue’er!!”
“¿¡Crees que Xuanyuan Wentian permitirá que llegue ese día!?” Feng Hengkong rugió.
“Las profundas artes pueden ser paralizadas pero un linaje nunca puede ser destruido. Con el fin de cortar completamente este peligro oculto mientras aún está brotando... ¡¿Qué crees que Xuanyuan Wentian hará?! ¡¡Tú, bastardo!! ¡Incluso si mueres diez mil veces, no será suficiente para pagar por tus crímenes! ¡¡Tú, idiota!!”
“...” Feng Ximing estaba completamente aturdido en su lugar. Su expresión se había convertido en una espantosa sombra de blanco. Después de eso, empezó a murmurar locamente, “No... No es posible... Las cosas no sucederán de esta manera... No... No... Él me lo prometió claramente... No... No es posible que el mate a Xue’er... “
“¡¿Todavía tienes las agallas para mencionar el nombre de Xue’er?!”
Feng Hengkong pateó ferozmente el pecho de Feng Ximing. Antes de hoy, la persona a la que más resentía era a Yun Che, pero nunca habría imaginado que la persona que resentiría más que Yun Che seria en realidad su hijo mayor, a quien más respetaba y que había nutrido con todo lo que tenía.
“Feng Ximing.” Feng Hengkong murmuró su nombre, cada palabra llena de un frío que penetraba los huesos. “Si algo le sucede a Xue’er y si nuestra Secta Fénix Divino termina siendo completamente aniquilada por esto... ¡No te perdonaré incluso cuando alcancemos el Reino de la Muerte! ¡¡El ancestral Dios Fénix, toda la secta y todos nuestros antepasados nunca te perdonarán tampoco!!”
Feng Ximing se hundió en el suelo con los ojos desprovistos de luz a medida que seguía murmurando para sí mismo. Feng Hengkong ni siquiera sabía si él había escuchado lo que había dicho.
“Joooo…”
Feng Hengkong levantó la cabeza y miró en dirección al Reino Mítico del Fuego de Fénix a medida que murmuraba suavemente, “Real Padre, Abuelo, necesitan hacer todo lo posible para comprar tanto tiempo como puedan para que Xue’er huya. Todo depende de ustedes dos...”
“Xue’er, corre muy, muy lejos... No importa a donde vayas... Definitivamente debes estar a salvo... Definitivamente no debes volver...”
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