Corrector: Radak
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MI PRINCESA
En la maquina expendedora más cercana de la sala de
espera de los jugadores en el [Estadio Fafnir], Vali insertó sus monedas para
que pudiera comprar algo de beber. Tras poner la cantidad correcta de cambio,
Vali estaba apunto de presionar el botón de la bebida deportiva que quería
tener, pero fue superado por un dedo delgado que llegó desde al lado. Tras tomar
la botella de plástico de la bandeja, esa persona se la ofreció a Vali.
“Va-kun, escoges esa bebida cada vez que tienes una
batalla importante.”
La persona que sujetaba la bebida era – Una bruja quien
usaba una capa blanca, Lavina Reni. Ella era una mujer que no puede
posiblemente estar más familiarizada con Vali.
“… También viniste, eh.”
Lavina le respondió a Vali con una suave sonrisa.
“Vine.”
Después que Vali recibió la botella de plástico de ella,
Lavina dijo
“En comparación a Va-kun, puede haber más miembros de
[DxD] que están animando a la princesa-sama de la Casa Gremory. Después de
todo, no hace mucho, Va-kun todavía estaba haciendo cosas malas.”
Vali pensó para él mismo que Lavina todavía le hablaba
en la misma vieja forma que siempre hacía.
“No necesito el apoyo de nadie…”
Vali tranquilamente dijo. Las manos de Lavina de repente
llegaron hacia su rostro. Lavina sujetó el rostro de Vali y sonrió conforme decía
“—Yo siempre estaré a tu lado, ¿está bien, Va-kun? Eso
es por qué te estaré animando.”
— Su suave y
tranquila sonrisa es todavía la misma de siempre.
Para Vali, alguna vez desde su madre… Aparte de su madre,
esta era la sonrisa femenina más apacible que había visto. Vali se liberó, y giró.
“… Puedes hacer lo que sea que gustes.”
Él impacientemente le respondió.
“Lo haré. Pero, necesito hacer un poco de trabajo
mientras te animo…”
“¿Trabajo?”
Vali sintió que algo había sucedido a medida que giraba
para mirar hacia atrás… Su sonrisa todavía era tan reconfortante.
“No tienes por qué preocuparte, ¿okay?”
Vali se dio cuenta que intentar perseguir el asunto más,
no resultaría en una respuesta satisfactoria para él.
“… Ya veo. Entonces, me voy. Gracias por la bebida.”
Vali caminó de vuelta hacia la sala de espera.
“Haz tu mejor esfuerzo, Va-kun.”
A pesar que las palabras de apoyo de Lavina hicieron eco
atrás de él, Vali siguió moviéndose hacia delante sin interés. Cuando casi
había llegado de nuevo a la sala de espera, Albion rio ligeramente conforme le
preguntaba a Vali
[Fufufu, ¿cómo se siente tener a tu princesa
animándote?”]
“Lo que sea.”
Ella fue la primera mujer quien le había respondido con
una sonrisa aparte de su madre—. El apoyo de esa persona parecía tan
deslumbrante, cálido y privilegiado.
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