Traductor: SilentDrummer
Corrector: Radak
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Capítulo
4 – Una Transeúnte Inocente
El
corazón de Yao Si se apretó y cuando su cuerpo comenzaba a ponerse rígido,
reunió suficiente valor para mirar hacia arriba. En un poste de luz cerca de
donde ella estaba, vio a una persona. Él estaba cubierto con una gabardina
negra, así que no podía ver claramente su rostro, pero una cabeza con cabello
rubio llamó su atención y una mirada fue suficiente para saber que era un
extranjero.
—Ja,
parece que su facción Occidental no es tan feroz como pretende serlo. —Agregó
una voz fría distinta.
Solo
entonces Yao Si se dio cuenta de que había otra persona en el poste de luz de
al lado. Su rostro no era visible como el del otro, pero tenía cabello negro,
así que tenía que ser alguien del Imperio Celestial como ella.
Probablemente
esas dos personas también eran hematófagos. Ella podía sentir una presión
invisible emanando de ellos y era completamente diferente del tipo que ella
sentía de Li Zheng. Si lo que creía era correcto, ellos eran probablemente los
hematófagos pre-tercera generación que Li Zheng mencionó.
¿Eran parte de la lucha? Dijeron que
el campo de batalla era en Ciudad A, ¿entonces qué pasó? ¿Qué era esto? ¿Una
batalla de calentamiento?
Ella
miró la lámpara que estaba al borde de la muerte, sus luces parpadeando y una
sensación de pánico comenzó a crecer desde el fondo de su corazón. Si hubiera
dado un solo paso más, entonces lo que se hubiera roto sería su cabeza.
Cuando
los dioses pelean, los peces en el foso son perjudicados[1].
Viendo que las dos personas no tenían tiempo de tomarla en cuenta, Yao Si
decidió huir de la escena. Sin embargo, tan pronto como movió sus pies, una
ráfaga de viento se reunió repentinamente de la nada. Las hojas caídas que
cubrían el suelo fueron enviadas a volar por el viento.
Ella
quedó cegada por el viento, comiendo una bocanada de polvo. Levantó las manos
como reflejo para cubrir sus ojos y entonces, pudo escuchar una fuerte
explosión otra vez por encima de su cabeza. Por el rabillo del ojo vio
destellar una luz, como si algo estuviera descendiendo.
Se
arrojó a un lado subconscientemente y con una explosión ensordecedora, cayó un
rayo justo donde estaba parada antes,
dejando un agujero de dos metros de profundidad con un olor a tierra quemada.
Yao
Si tragó saliva, Eso estuvo… Muy cerca.
“¿Trueno?
Así que la segunda generación de tu este solo es capaz de esto. —El rubio abrió
la boca de nuevo, pero ya había cambiado a un lugar diferente, obviamente fue
para evitar ese rayo en ese momento.
Esas… ¿Esas son las habilidades
especiales de los hematófagos?
¿Qué
tan lejos podía llegar su mala suerte?
—Creo
que es mejor que se rindan obedientemente, ¿no sería grandioso que las dos
facciones se unieran? —El rubio lo provocó una vez más—, No hay manera de que
ustedes ganen esta guerra.
El
de cabello negro no respondió, sino que agitó su mano. Una ola de rayo
atronador se dirigió hacia el rubio de nueva cuenta, dejando un cráter de
cuatro o cinco metros donde su oponente estaba parado. Luego dijo con una voz
sin emoción—, ¡Pelea, no balbucees!
En
el proceso de esquivar, el rubio quedó aturdido y agitado. Su silueta destelló
y ahora estaba del otro lado, luchando con la otra persona. Yao Si solo podía
ver imágenes residuales separándose y convergiendo en mitad del aire y escuchar
chisporroteos y los rayos que dejaban agujeros y cráteres en el suelo.
En
ese momento, Yao Si tuvo la ilusión de que fue transportada a una escena de una
película de ciencia ficción. En retrospectiva, recordó que estaba a punto de
irse. Cuando volteó, todavía podía ver fuego y rayos del otro lado del camino
que parecía, con mucha similitud, una locación de grabación de una película de
ciencia ficción de Hollywood. De vez en cuando, algunas figuras cruzaban por el
aire con un silbido, dirigiéndose hacia allá. Como una debilucha, solo podía
rezar para que esa gente no descubra su presencia.
Ya
sea porque no era muy visible o porque esa gente que se apresuró a ayudar eran
del lado Oriental, nadie la detuvo.
Lo
que fue más milagroso era que nadie salió a echarle un vistazo a este
espectáculo ruidoso y llamativo. Aun cuando las dos personas estaban peleando
en el camino, no había ni un alma que pudiera verse. Recordando las habilidades
que los hematófagos poseían, decidió que entre esos dos peleadores, uno debía
tener alguna manera de hacer que la gente ordinaria no se dé cuenta, incluso
durante una batalla tan intensa como esta.
Solo
ahora pudo entender lo que significaba la gran guerra que Li Zheng mencionó.
Era solo una riña entre dos hematófagos y ya tenía tal poder destructivo, toda
la calle estaba ahora en ruinas.
Si
hubiera sido un grupo…
Ella
no se atrevió a dejar volar su imaginación. Este pensamiento solidificó su
determinación de irse tan lejos de aquí como le fuera posible. Una energía
explosiva desconocida la sostuvo todo el camino desde el segundo círculo de la
ciudad hasta las afueras del cuarto círculo, hasta que dejó de poder escuchar
el caos dentro de la ciudad. Solo entonces pudo detenerse y tomar un respiro.
Haciendo
la bicicleta a un lado, se sentó en un área con pasto a un lado del camino y
exhaló pesadamente.
Diablos, eso fue muy cansado.
Fue bueno, aunque fue afectada como un transeúnte inocente, por lo menos pudo
escapar de…
—¡Bastardos
bárbaros del Este, mueran! —Un insulto en tono alterado sonó detrás de ella.
Dos
siluetas familiares, una blanca y una negra, de repente aparecieron en el
césped y el rubio estaba a punto de golpear el suelo con su puño. Yao Si giró y
vio una enorme grieta abriéndose súbitamente en el suelo, dirigiéndose
directamente hacia la persona de negro.
Luego…
Esa
persona esquivó a un lado…
Después…
Ella
cayó dentro…
¡Mierda!
………
Yao
Si sentía que estaba a punto de morir. Dolor. Todo su cuerpo dolía, incluso
podía escuchar el sonido de sus huesos partiéndose. La grieta era
sorprendentemente profunda, ella solo podía ver una delgada línea en la cima
del agujero y comenzó a preguntarse si estaba viva o no.
Después
de un poco de esfuerzo, finalmente pudo levantar su dedo medio hacia la cima de
la grieta.
Rubiecito, te recordaré.
Quizá
le debió algo a esos dos en su vida pasada, de lo contrario, ¿por qué la estarían
persiguiendo constantemente? Y si hubiera sabido eso, ¡no hubiera desperdiciado
su tiempo corriendo y pedaleando tanto!
Yao
Si no sabía cuánto tiempo había estado tirada ahí sin moverse, pero el dolor en
su cuerpo había desaparecido mágicamente, incluso todas las heridas de la caída
estaban curadas. Su energía también regresó lentamente.
Tomando
un respiro profundo, Yao Si se levantó. Comenzó a alegrarse un poco de haber
sido convertida en una hematófaga, ya sentía nada en contra de ser una especie
con gran fuerza vital.
Se
sentó y descansó por un rato, luego giró y miró la cima del agujero, decidiendo
escalar. Quizá fue porque este agujero fue hecho por la habilidad del rubio,
que era profundo pero no muy ancho. Había posibilidad de que pudiera salir
apoyándose contra ambos lados y empujando hacia arriba.
Ahora
era tiempo de poner manos a la obra. Yao Si estiró sus extremidades hacia
afuera, hasta que quedó en forma de ‘大’. Después de un rato, ¡se dio cuenta de que
este método sí funcionaba! Aunque era cansado, al menos aún había esperanza.
Cuando se cansaba, se detenía y descansaba por
un tiempo. Y así, escalando y deteniéndose, se mantuvo entre los bordes y se
acercó cada vez más a la cima de la grieta.
Debido a su constitución, la energía de Yao Si
se recuperaba muy rápido. No estaba segura de cuando tiempo estuvo escalando,
solo sentía que sus extremidades se estaban entumeciendo y al final se movían
mecánicamente. La entrada anteriormente oscura en la cima se hacía cada vez más
brillante, incluso un poco deslumbrante. Cuando se acercó, se dio cuenta de que
afuera era de día.
A cinco metros de la salida, su corazón se
llenó de esperanza. Aumentó su velocidad y alcanzó con una mano el borde del
agujero, lloró ruidosamente con lágrimas cayendo por sus mejillas. ¡Madre mía,
finalmente llegó a la cima!
Justo cuando estaba a punto de trepar para
salir, escuchó una voz familiar arriba de ella.
—Limpiemos el campo de batalla.
¿Qué?
En el segundo siguiente, sintió que sus
alrededores temblaban y la salida llena de esperanza sobre su cabeza se cerró,
así como así. Sus pies resbalaron y cayó de nuevo al fondo.
Esta vez no se rompió ningún hueso sino que se
desmayó instantáneamente.
Antes de cerrar sus ojos, solo tenía un
pensamiento en su mente.
¡Tú, el
de cabello negro, jódete tú y toda tu familia!
[1] SilentDrummer: El dicho ‘los peces en el foso son perjudicados’ es
una abreviación para ‘un incendio en las puertas de la ciudad trae desastre a
los peces en el foso’. Significa que en tiempos de desastre, la gente inocente
es afectada por la desgracia de otros, de allí el título ‘transeúnte inocente’.