CEO Capítulo 180

9:52 p.m.

Traducotor: Trafalgar
Corrector: Radak


Capítulo 180: Alicia en el País de las Maravillas

Cuando Yang Chen dijo la palabra ‘cita’, Lin Ruoxi evidentemente fue tomada desprevenida, ella cautelosamente miró a Yang Chen sin una palabra.

Yang Chen sólo pensaba en ello como Lin Ruoxi no estando acostumbrada a recibir tal invitación. Él fue demasiado atrevido y lo dijo de la nada, así que rápidamente se corrigió y dijo: “¿Es demasiado pronto? Entonces, ¿qué tal si sólo salimos a cenar?”

Lin Ruoxi ligeramente sacudió su cabeza, luego despacio preguntó: “¿Necesito cambiarme de ropa?”

“¿Cambiarse qué?”

“¿Qué ropa debería usar en una cita?” Avergonzada, Lin Ruoxi preguntó.

Yang Chen finalmente entendió. No era que ella no quería ir a una cita, sólo no sabía cómo ir a una. Por lo tanto, él dulcemente sonrió y dijo: “No necesitas cambiarte, estás bien como estás. Pero el auto tiene que ser cambiado, tiene que ser yo el que te lleve a un cita, no tú llevándome a una cita.”

Lin Ruoxi asintió con un corazón inseguro y condujo el auto. Ella condujo el Bentley rojo hasta dónde Yang Chen había estacionado su auto. Ellos entonces se bajaron del Bentley y entraron en ese M3 blanco.

“¿A dónde estamos yendo?” Era su primera vez yendo a una cita, así que Lin Ruoxi estaba un poco nerviosa, y habló con un tono más suave.

El interés de Yang Che fue despertado. Su esposa normalmente fría de pronto se volvió una tímida, adolescente experimentado su primer amor. ¿Cómo podría él soportar tal ataque? Él tuvo la urgencia de estirar el brazo y darle palmaditas a su cabeza, pero también estaba asustado que ella de pronto arrojara un genio. Él alzo tres dedos y dijo: “Voy a darte tres opciones; Ver una película, ir de compras o visitar un acuario. ¿Cuál prefieres?”

Los ojos de Lin Ruoxi inmediatamente se iluminaron. Ella pensó un poco antes de responder en una voz que llevaba rastros de anticipación: “Entonces vamos al acuario. Nunca he estado en uno, me gustan los peces tropicales, son realmente lindos.”

“Es demasiado tarde ahora, el acuario va a cerrar pronto. Escoge algo más.” Yang Chen dijo.

“Entonces… Al centro comercial. Vamos mirar los centros comerciales propiedad de mi empresa. Será una inspección sorpresa.” Lin Ruoxi se decidió por la siguiente mejor cosa.

Yang Chen sacudió su cabeza: “¿Ir de compras? Eso es demasiado agotador para mí. No me tomes por tonto. Sé que ustedes las mujeres ni siquiera se preocuparán por los hombres una vez que empiecen a comprar.”

La frente de Lin Ruoxi se arrugó: “Entonces, ¿a dónde debemos ir?”

“¡Al cine entonces! Podemos sólo sentarnos y mirar, qué genial.” Yang Chen sonrió conforme hablaba.

Lin Ruoxi mordió su labio a medida que su frustración crecía. Ella infló sus mejillas y protestó de forma coqueta: “Entonces ¿¡por qué todavía me das opciones!? ¿¡No puedes sólo decirme que vamos a ir al cine desde el principio!?”

Yang Chen rio irónicamente: “¿No estoy mostrando algo de democracia? Te di tres opciones; ¿No es posible que puedas haber escogido ver una película como tu primera opción? Si no la elegías, yo quien conduzco el auto controlaré a dónde ir, así que todavía es mi elección al final. ¿No es esto lo que todos los líderes hacer? ¿No eres una líder tú misma? Debes estar familiarizada con ello entonces. Democracia, democracia, jeje….”

“¡Tú, sinvergüenza! Me voy a bajar, ¿por qué no vas y tienes una cita contigo mismo?” Una capa de escarcha cubrió el lindo rostro de Lin Ruoxi a medida que hacía un movimiento para bajarse del auto.

Yang Che rio: “¡Es demasiado tarde!”

Justo después de terminar de hablar, el BMW chilló con sus llantas frotándose intensamente contra el suelo, ¡el auto salió disparado del estacionamiento como una bala!

Lin Ruoxi quien estaba a punto de desabrochar su cinturón de seguridad se pegó en su asiento debido a la repentina fuerza-g!

“¡Estás loco! ¡Quiero bajarme!”

“Mi esposa, ¿qué dijiste? ¡¡No puedo oírte!!” Yang Chen reía en voz alta.

En la carretera que estaba intercalada con luces de neón, el auto conducía sobre ella como una línea de rojo y blanco, el motor rugiendo sorprendía a todos los peatones alrededor.

Como había menos autos en los alrededores del centro de exhibición los cuales tenían carreteras amplias, el auto se mantuvo acelerando. Después en la autopista, ¡él incluso fue capaz de levantar el freno de mano y dar varias vueltas![1]

“¡Lunático! ¡Alto! ¡Alto! ¡Loco! Loco…”

Después que Lin Ruoxi siguió gritando por un rato, ella ya no pudo molestarse por detener a Yang Chen. Ella estaba asustada que un pequeño error podría causar que el auto se estrellara en la barandilla, así que cubrió su rostro con sus manos, sentándose allí como si se hubiera resignado al destino. Dejando que su cuerpo se balanceara con la inercia del auto…

Aunque no era su primera vez experimentado la conducción similar a la de carreras de Yang Chen, Lin Ruoxi todavía sintió que su alma estaba siendo jalada por su cuerpo en todas partes. Esta sensación de ir a la velocidad donde la vida colgaba en el borde era algo que no podía ser experimentado al ver películas.

Solo cuando habían llegado a una zona donde había más flujo de tránsito Yang Chen redujo la velocidad el auto, y Lin Ruoxi lentamente bajó sus manos y suspiró en alivio.

Sintiendo su corazón latiendo rápidamente sin ningún control, Lin Ruoxi ya ni siquiera tenía la fuerza para regañar a Yang Chen. Ella sólo lo miró en silencio, como si pudiera estrangularlo con su mirada.

Yang Chen no parecía importarle en absoluto: “No me mires así, sólo siento que es una lástima que no experimentes la diversión de manejar cuando tienes tal buen auto. Ya que eres tan joven, estoy dejándote experimentar las emociones de la velocidad.”

“No necesito tal loca experiencia.” El rostro de Lin Ruoxi estaba pálido, y sus dientes estaban apretados conforme hablaba.

“Eso no fue una experiencia loca. Mis habilidades de conducción son buenas. No me refiero a que manejo rápido, me refiero a que mientras manejo más rápido que otros, manejo más seguro que nadie. Si alguien con terribles habilidades de conducción manejara, sin importar cuán lento vaya esa persona, esa persona todavía terminaría colisionando en algo. Creo en mí mismo, y espero que puedas creen en mi también.” Dijo Yang Chen.

Lin Ruoxi sarcásticamente rio: “Alguien quien ni siquiera tiene una licencia para conducir está diciéndome que él conduce más seguro que nadie, sólo ¿en cuál parte de ti debo yo creer?”

“Mire aquí, madam (estilo monje). Otra vez usted está atada a las apariencias. Una licencia para conducir es simplemente un pedazo de papel, y es un pedazo de papel ligeramente más firme. En este mundo, el certificado de educación que la gente pasa diez o veinte años en obtener ya no puede probar el verdadero nivel de educación de la persona, e incluso puede ser falsificado. ¿Crees que una licencia para conducir que básicamente puede ser obtenida en un mes probaría alguna cosa?” Yang Chen dijo con una sonrisa.

Lin Ruoxi resopló y apartó la vista: “No debatiré contigo, todo lo que dices son falacias.”

“Bien, bien (estilo monje), las falacias también son una forma de razonamiento, esto cae en línea con la teoría de la relatividad de Einstein, así que ¿por qué no puede obstruirse?”

Desde que ella era una niña, nunca había habido un hombre que le hablara con un tono burlón como este. Mientras lo encontraba entretenido, ella giró hacia él y preguntó: “¿Deseas convertirte en un monje?”[2]

Yang Chen colocó una mano sobre el volante mientras su otra mano frotaba su barbilla: “Ser un monje es bastante bueno también. Calculo que el más grande arrepentimiento de un monje es que a pesar de ver el cuerpo de una monja, ellos nunca hayan visto el cuerpo de una dama. He visto el cuerpo de una mujer, así que si puedo ver el cuerpo de una monja, estaré completo.”

Tomó mucho tiempo para que Lin Ruoxi pensara sobre qué significaban esas palabras, pero cuando se dio cuenta, sus mejillas inmediatamente de enrojecieron, y dijo ‘rufián’ antes de que apartara su vista de él.

Cuando llegaron al estacionamiento en Zhonghai Cinema, Lin Ruoxi sacó su teléfono, y preguntó a Yang Chen: “¿Qué quieres ver? Haré que Wu Yue reserve una cabina.”

“¿Reservar una cabina?” Yang Chen estaba perplejo: “¿Qué cabina?”

“¿No es necesario reservar una cabina cuando ves una película?” Lin Ruoxi respondió.

Yang Chen preguntó en detalle antes de entender que Lin Ruoxi siempre había estado viendo películas sola en una cabina VIP en el segundo piso, mientras que sus boletos siempre eran reservados de antemano por Wu Yue. Todo lo que ella necesitaba hacer era presentar su tarjeta de identificación, y un empleado especializado la llevaría allí.

Parecía que esta nena nunca siquiera había visto una película de la forma normal antes.

“Eso no es necesario. Olvídalo, iremos al cine, y compraré los boletos. ¿Reservar qué cabina? ¿Estás viendo la película o las cabezas de otras personas cuando te sientas en el segundo piso?” Yang Chen rio y dijo.

Lin Ruoxi no estaba acostumbrada a esto, pero agarró su bolso y siguió a Yang Chen.

Había muchas personas alrededor, la mayoría eran hombres y mujeres jóvenes en pares que venían a ver una película. Lin Ruoxi encontró fresco estar en tal entorno animado.

Cuando llegaron a la entrada principal de la taquilla, había dos filas de posters de películas. Yang Chen frunció sus labios, luego dijo: “Escoge, ¿cuál se te antoja?”

Lin Ruoxi barrió su mirada a los posters, y sus ojos se fijaron en el poster de <<Alicia en el País de las Maravillas>>, ella entonces miró los otros posters, sacudió su cabeza, y dijo: “Cualquiera está bien, tú elije.”

Yang Chen rio por dentro, pues parecía que ella no se atrevía a expresar cuál en realidad le gustaba por miedo a que se rían de ella por sus ‘gustos infantiles’. Fingiendo tararear en modo pensativo[3], dijo: “Vamos a ver <<Alicia en el País de las Maravillas>> entonces, el poster se ve bastante bueno.”

“¡De acuerdo!” Lin Ruoxi de inmediato aprobó con una sonrisa.

Yang Chen juguetonamente la miró, lo cual la llevó a darse cuenta que había revelado lo que en realidad quería, de modo que se sonrojó y apartó la vista.

Cuando Yang Chen compró los dos boletos normales para la película, los dos entraron a la sala de cine. Había varias tiendas de bebidas y palomitas[4] allí dentro. Yang Chen compró una cubeta de palomitas y dos vasos de jugo de naranja antes de que entraran a la sala.

Lin Ruoxi se sentó en un asiento normal en medio de la sala. Ella miró a los muchos hombres y mujeres que se sentaban a su alrededor quienes esperaban que la película empezara, y los encontró hablándose entre sí sin hacer ruido.

Cuando una cubeta de palomitas fue de repente colocada delante de ella, Lin Ruoxi giró su cabeza, y Yang Chen la miró en la oscuridad: “Aquí, ten esto, tú ni siquiera has cenado, llena tu estómago con esto.”

“No hay necesidad, jamás he comido esto antes.” Lin Ruoxi suavemente dijo.

“¿Mi señora esposa, por favor me harías el honor?” Yang Chen habló como si estuviera engañando a una niña para comer.

Lin Ruoxi hizo pucheros, tomó la cubeta de palomitas, y puso una palomita en su boca… Era dulce, fragante, y crujiente. Habían pasado muchos años desde la última vez que comió esto, Lin Ruoxi no pudo evitar comer otra.

Viéndola comer con deleite, Yang Chen colocó el jugo de naranja en el asiento de Lin Ruoxi: “Si te da sed, toma un poco de juego, ten cuidado de no atorarte.”

Lin Ruoxi sintió calidez por dentro. Un boleto barato, asiento barato, comida y bebida baratas, y tal ambiente ruidoso. Todo esto eran cosas sobre las que ella jamás había pensado experimentar personalmente, pero tal entorno era mucho más agradable de lo que había pensado.

Se sentía especial debido a que era una experiencia nueva, ¿o era debido a que había alguien para ver la película con ella?

Lin Ruoxi succionó en la pajilla[5] y bebió el juego de naranja. Mientras estaba sumergida en esta experiencia, <<Alicia en el País de las Maravillas>> comenzó a mostrarse en la pantalla grande.

Viendo a Alicia en ese mundo de fantasía, en el entretenido viaje que se sentía tanto real y de ensueño, Lin Ruoxi recordó algunas palabras que oyó de algún drama…

‘Hay una enfermedad llamada el síndrome de Alicia en el País de las Maravillas, es como la ilusión visual cuando la parte frontal de un telescopio es volteado hacia ti, y como estar en un mundo de cuento de hadas diario. Es un síndrome mágico y patético.

Yo definitivamente tengo ese síndrome, de lo contrario, ¿por qué es que cuando estoy con este hombre que no cumple con las características, el tiempo que yo paso con él se siente como un cuento de hadas?’

Estas palabras siempre eran recordadas por Lin Ruoxi, pero nunca fue capaz de experimentarlo por sí misma. Pero, este sentimiento y esta situación hicieron que estos pensamientos salieran.

Conforme pensaba sobre ello, Lin Ruoxi sintió sus mejillas ardiendo. Estaban rosadas…

‘¡Qué vergonzoso, qué vergonzoso! ¡Desde cuando me he vuelto tan sinvergüenza! Cómo puedo incluso pensar en tales palabras melodramáticas….’

Pero ella no pudo detenerse a sí misma de echarle un vistazo de vez en cuando al hombre a su lado, e inmediatamente bajaba su cabeza cada vez que lo hacía.

‘¿Esta nena está bien? ¿Por qué su rostro está tan rojo? ¿Tiene fiebre?’

En la oscuridad, Yang Chen tomaba nota de la extraña conducta de Lin Ruoxi, y su cabeza estaba llenada con preguntas… 


[1] Trafalgar: Derrapando, oh si que genial xD.
[2] TL: Yang Chen la llamó “女施主” o madam, la cual es una forma de dirigirse a las damas solamente usada por los monjes. Él dice “善哉善哉” lo cual es una frase común para los monjes, la cual realmente no tiene una mejor traducción que “Bueno”, pero la usé bien, bien ya que encaja mejor con el contexto.
[3] Trafalgar: Es como quedarte viendo algo y decir en tu mente “hmmmmmmmmmmmmm”.
[4] Radak: ¿Popcorn?
[5] Radak: ¿Cañita, caña? O lo que sea que sea para tomar bebidas en sus países.

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