ATG Capítulo 721
11:38 a.m.
Traductor: Radak
Corrector: Radak
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Capítulo 721 – Reunidos
Finalmente
Yun Che no giró.
Desde que había entrado en el Imperio Fénix Divino, la persona
que más temía ver había sido Feng Xue’er. No era que no quisiera, sino que no
podía... Ni se atrevía a hacerlo.
Además, cada vez que entraba en Ciudad Fénix y cada vez que
mataba a un miembro de la Secta Fénix Divino, más incapaz se volvía de enfrentar
a Feng Xue’er.
No sólo era un miembro de Secta Fénix Divino. Sino también la
hija de Feng Hengkong. Además, ella era de la niña mimada de todo el Imperio
Fénix Divino... Al mismo tiempo, ella también existió en el punto más suave
dentro de su corazón. Durante su viaje actual al Imperio Fénix Divino... Ella
había sido el mayor ‘obstáculo’ en su corazón.
“Xue’er...” Murmuró Yun Che suavemente. Su corazón, que no se
había agitado ni sentido temor ante la Secta Fénix Divino, ahora era un
desastre total.
Las prendas de nieve que Feng Xue’er llevaba flotaban debido a
las olas creadas por el calor abrasador, mientras sus manos blanco nieve
cubrían intensamente su boca. Su belleza absoluta que podía hacer que incluso
las hadas en el cielo palidecieran en comparación, ahora estaba siendo
completamente sofocada por sus lágrimas.
La voz de Yun Che era tan suave como el viento que soplaba,
debido a que no pudo reprimir más sus emociones. Sin embargo, esto había
causado que todas las emociones reprimidas dentro de Feng Xue’er estallaran
simultáneamente a medida que sollozó en voz alta y se apresuró hacia Yun Che,
sus lágrimas continuaban fluyendo como las brillantes estrellas dentro del cielo
nocturno.
En este momento, el llameante purgatorio en los cielos, las
anormalidades en Ciudad Fénix, y la amenaza que cubría a toda la ciudad... Habían
sido olvidados por ella. Dentro de sus ojos, inundados en lágrimas, todo se
desvaneció, excepto la figura de Yun Che.
“Princesa de Nieve...”
“¡¡Xue’er, no te acerques a él!!”
La llegada de Feng Xue’er había tomado a todos por sorpresa.
Sin embargo, sus acciones incomprensibles les causaron aún más shock y
confusión que los hizo palidecer en horror.
Abajo, al menos varios miles de gritos de conmoción estallaron
simultáneamente, pero fueron incapaces de detener los movimientos de Feng
Xue’er. A medida que sus prendas de nieve revolotearon, se apresuró hacia Yun
Che como una luciérnaga que se aproximaba a la luz y lo abrazó fuertemente por
detrás, presionando apretadamente su rostro lloroso en los hombros de Yun Che.
Cerró sus ojos a medida que se sumergía en el olor y el aura que sólo Yun Che
poseía y murmuró soñadoramente, “Hermano Mayor Yun... Realmente no estoy... ¿Soñando?...
Hermano Mayor Yun...”
“...” Todo el cuerpo de Yun Che se tensó. El aura diabólica
que había estado presionando a toda Ciudad Fénix Divino desapareció. Ello había
estallado incontrolable como una burbuja. Incluso su ira, resentimiento, odio y
deseo de venganza habían sido envueltos por este sentimiento de calidez y
suavidad.
“Princesa... Princesa de Nieve...”
“Qué… Quéquéqué…”
“Qué... ¿Qué está pasando? ¿Qué acaba de pasar?”
………
Todo el mundo dentro de la Secta Fénix Divino fue sorprendido.
Aturdidos, levantaron sus cabezas y contemplaron la imagen de Yun Che y Feng
Xue’er estrechamente abrazados. Sus bocas estaban completamente abiertas y sus
ojos estaban tan abiertos que parecía que estuvieran a punto de salirse.
Feng Xue’er. Ella era la manzana de los ojos de la Secta Fénix
Divino, el tesoro sagrado y la única princesa otorgada al Imperio Fénix Divino.
¡Además, ella era la única verdadera sucesora que quedaba del Espíritu del Fénix
Divino y el segundo Dios Fénix de la Secta Fénix Divino!”
Su talento, estatus, elegancia, linaje y belleza... Eran
incomparables bajo los cielos. Tal personaje era la Princesa de Nieve, una
existencia de cuento de hadas dentro del Imperio Fénix Divino que había
recibido el mayor cuidado y protección de toda la secta. Antes de cumplir los
trece años, ella había sido custodiada personalmente por el mismo Ancestral Dios
Fénix. Había sido difícil incluso para Feng Hengkong encontrarse con ella.
Después de cumplir los trece años, ni siquiera los preciados príncipes y dignatarios
pudieron acercarse a ella.
Sin embargo, ahora mismo... La Princesa de Nieve, que era como
el mundo para ellos, abrazaba a un hombre externo a su secta. Además, había tomado
la iniciativa de abrazarlo, e incluso había llorado a causa de él.
“¡¡Xue’er, aléjate de él ahora!!” Los ojos de Feng Ximing se
inyectaron en sangre a medida que su pecho empezaba a levantarse tanto que
parecía como si estuviera a punto de explotar. El repentino regreso de Feng
Xue’er no les había sorprendido tanto. Después de todo, una conmoción tan
grande era definitivamente suficiente para llegar al Valle Descanso del Fénix.
Sin embargo, nunca en sus sueños más salvajes hubieran pensado que lo primero
que haría al regresar sería abrazar a Yun Che.
Feng Ximing sentía como si cada parte de su cuerpo estuviera a
punto de explotar. Un sentido de ira indescriptible... También como celos
habían tomado control aparente su cerebro. Ni siquiera cuando Yun Che le había
obligado previamente a una situación peligrosa, su odio hacia Yun Che había
sido tan extremo...
Debido a que incluso él, el Príncipe Heredero Fénix Divino y hermano
mayor de Xue’er... No había logrado tocar ni siquiera su meñique antes.
A medida que la ira extrema de Feng Ximing se apoderó de él,
soltó un gruñido salvaje y gutural y luego repentinamente se elevó en el aire,
rugiendo a medida que avanzaba.
La mirada de Feng Tianwei se hundió conforme de repente agitó
su brazo hacia abajo y una fuerte profunda energía hizo que Feng Ximing se
estrellara contra el suelo, “¡¡De verdad quieres morir con tanto deseo!!”
“¡Ming’er, no seas una vergüenza!” Gruñó Feng Hengkong a
medida que miraba a Feng Ximing, quien estaba subiendo desde el suelo con una expresión
distorsionada. Sin embargo, sus puños también estaban firmemente apretados y su
rostro estaba dolorosamente distorsionado también. No palidecía en comparación
con Feng Ximing.
Cuando Feng Xue’er despertó, las lágrimas que derramó por Yun
Che habían hecho que las emociones de Feng Hengkong estuvieran confundidas.
Así, cuando de repente se enteró de que Yun Che no había muerto, su intención
asesina había aumentado enormemente en un instante.
Hoy, el asunto del que estaba preocupado y más asustado, finalmente
había sucedido... Además, era peor y más sorprendente de lo que él había
esperado.
“Solo qué demonios... ¿Está pasando?” El rostro de Feng
Tianwei estaba aterradoramente oscuro. Como alguien que había vivido cientos de
años y había sido el emperador de la nación y el maestro de la secta, cómo no
se daría cuenta de que... ¡Las acciones actuales de Feng Xue’er hacia Yun Che
iban mucho más allá de simplemente ‘pagar su bondad’!
No podía creer que ella derramaría lágrimas por un hombre y
tomaría la iniciativa de abrazar a un hombre.
Ella era... Xue’er, ¡el futuro ‘Dios’ de la Secta Fénix
Divino!
“...” Los dedos retorcidos de Feng Hengkong formaron garras y apretaron
fuertemente en su cabeza a medida que respondía dolorosamente, “Esta es la
razón... Por la que tengo que matar a Yun Che...”
“Xue’er debe haber sido hechizada por él... Mátalo... Abuelo,
debes matar a ese bastardo de Yun Che. ¡Mátalo!” Feng Ximing extendió su mano y
agarró las esquinas de la ropa de Feng Tianwei. Ambos el sonido de su voz y su expresión
eran como si hubiera sido apuñalado miles de veces.
“...” Las cejas de Feng Tianwei se contrajeron fuertemente a
medida que exhalaba profundamente. Mirando hacia el cielo, sus cejas se
hundieron ligeramente y murmuró, “El aura de Xue’er... ¿Por qué hay un cambio
tan grande?...”
En este mundo, no había una sola persona que pudiera soportar
ver a Feng Xue’er derramar lágrimas. Mientras sollozaba, sus lágrimas caían
constantemente sobre los hombros de Yun Che, humedeciendo su ropa exterior a
medida que se filtraban y aterrizaban en su piel, tocando intensamente las
profundidades de su corazón.
Después de estar congelado durante mucho tiempo, Yun Che
finalmente decidió girar. Extendiendo su mano, levantó el rostro lloroso de
Feng Xue’er y limpió suavemente sus lágrimas que caían... Feng Xue’er, quien
estaba en ese momento a su lado, tenía exactamente el mismo aspecto que tenía
hace tres años. Su aspecto no había cambiado ni un poco, y su radiante belleza
de ensueño seguía siendo como antes.
“Xue’er... ¿Tú y Chan’er han estado bien los últimos tres
años?”[1]
Las lágrimas nublaron los ojos de Feng Xue’er a medida que miraba
en blanco y fijamente a Yun Che. Ella quería reírse con fuerza, pero al mismo
tiempo, quería abrazarlo con fuerza y gritar, “Mientras pueda ver a Hermano
Mayor Yun... Estaré bien para siempre... Yo... Pensé... Que nunca volvería a
verte…”
“Todavía no he cumplido mi promesa con Xue’er, ¿por qué serías
incapaz de verme de nuevo? Estos tres años, fui llevado a una viaje excursión
por la Gran Arca Primordial.” Yun Che gentilmente sonrió.
“Mn...” Feng Xue’er sonrió, las lágrimas todavía caían de sus
ojos. Su sonrisa pareció instantáneamente hacer que todas las cosas del mundo
perdieran su brillo.
El llameante purgatorio continuó suspendido en el cielo sobre
Ciudad Fénix, a medida que los corazones de todos los miembros del Clan Fénix
Divino seguían apretándose. Sin embargo, los sentimientos melancólicos que
sentían de la acalorada pasión entre Yun Che y Feng Xue’er que estaban el aire
habían eclipsado completamente todo el calor. Todos los dignatarios y
discípulos Fénix estaban aturdidos. En cuanto a Feng Ximing, él apretó sus
dientes con tanta fuerza que sangró a medida que se prevenía a sí mismo de derrumbarse
por completo. Sin embargo, no pudo evitar dejar salir un rugido parecido al de
una bestia a medida que gritaba salvajemente: “Yun Che... ¡DEJA IR A MI REAL HERMANA
REAL!”
“¡Xue’er, aléjate de él, apresúrate y aléjate de él! ¡Te
matará!” Feng Ximing parecía haber perdido completamente la cordura.
El rugido de Feng Ximing también parecía haber causado que los
aturdidos profundos practicantes de Fénix Divino regresaran a la realidad,
entonces, Feng Tianwei también gritó severamente: “Xue’er, date prisa y aléjate
de esa persona. ¡Ven al lado de abuelo! ¡Él es muy peligroso!”
Las manos níveas de Feng Xue’er limpiaron suavemente los
rastros de lágrimas en su rostro a medida que revelaba una sonrisa que venía
desde el fondo de su corazón y dijo, “Abuelo, real hermano, no tienen que
preocuparse. Hermano Mayor Yun nunca le haría daño a Xue’er.”
“¡No! ¡Xue’er, no lo entiendes!” Feng Hengkong alzó ambos
brazos y gritó con voz temblorosa, “¡Él no es el Yun Che de hace tres años!
¡Ahora es un lunático, un demonio aterrador! ¿Sabes que en los últimos días ha
matado a tu décimo cuarto hermano, a tu décimo tercer hermano, así como a tu noveno
y décimo primer hermano?... Todos fueron asesinados por Yun Che.”
“¡Y sus muertes fueron increíblemente trágicas, ya que ni
siquiera sus cadáveres quedaron atrás!”
“Además, el gran dignatario y el segundo dignatario... ¡Incluso
Tianqi y Tianyu, dos de nuestros altos dignatarios, todos fueron asesinados por
él!” Gritó Feng Ximing con todas sus fuerzas siguiendo las palabras de Feng
Hengkong, “¡Incluso Real Padre fue gravemente herido por él! Incluso quiere
destruir toda nuestra Ciudad Fénix... ¡Ese dominio de llamas en el cielo es lo
que él va a utilizar para destruir nuestra Ciudad Fénix! ¡Xue’er, date prisa y
aléjate de él! ¡Él es verdaderamente un demonio y el enemigo mortal de toda
nuestra secta!”
Feng Xue’er nunca había visto a Feng Hengkong y a Feng Ximing
gritar tan intensamente antes. Con su incomparable inteligencia, ¿cómo no
habría podido notar lo que había sucedido aquí? Sin embargo, todo esto había
sido sacado de su mente con la aparición de Yun Che. Ahora, al oír los gritos
de su Real Padre y de su hermano real, sus ojos se nublaron a medida que sacudía
su cabeza en rechazo, “Eso... No puede ser. Hermano Mayor Yun no habría hecho
tales cosas.”
Yun Che, “...”
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