CEO Capítulo 215

3:32 p.m.

Traductor: Trafalgar

Corrector: Radak
Capítulo 215: Cuando
Pueblo de Kunshan. Mo Qianni estaba sentada en los escalones de madera junto a la entrada con su teléfono celular en la mano, mirando a la entrada con una expresión deprimida mientras aparentemente murmuraba algo…
“Maldito Yang Chen, apestoso Yang Chen, ¿no sabes darme algunas llamadas más? Dijiste que ibas a volver pronto, pero aún no regresas, ¿estás tratando de matarme con preocupación para que puedas buscar a otra amante? Maldito Yang Chen, apestoso Yang Chen... ¿Por qué todavía no regresas? ¿No posiblemente podría pasar, verdad? Te daré tres segundos, es mejor que aparezcas en frente a mí cuando cuente hasta uno... Tres... dos... No importa, definitivamente lanzarás una rabieta, incluso si cuento hasta uno, no te mostrarías intencionalmente…”
Ma Guifang salió de la cocina con un plato de arroz blanco. Ya había tres platos y una sopa, lo cual era normal en una familia rural sobre la mesa. Viendo a su hija hablando consigo misma junto a la entrada, no pudo evitar reír y decir: “¿Ni-zi, sobre qué estás murmurando ahí? ¿No Yerno Yang ya te ha dado una llamada? Vamos a comer primero.”
“¡Mamá!” Mo Qianni se levantó y dijo ansiosamente: “¿Cómo podrías estar tan relajada? Lo que sucedió fue increíblemente extraño, ¿por qué no pareces estar preocupada por Yang Chen en absoluto?”
Ma Guifang felizmente chasqueó su lengua varias veces y dijo: “Miren a mi hija, ella no ha vuelto por más de diez años, pero en el momento en que lo hace ya está dándole un sermón a su madre por un hombre.”
“Eso no es lo que quiero decir... Estoy tratando de decir que…”
“Está bien.” Ma Guifang sonrió y dijo: “Sé que estás ansiosa, estoy ansiosa también, pero hay una cosa que Mamá aprendió todos estos años. Cuando se trata de asuntos en este mundo, no tiene punto el entrar en pánico, lo que necesitamos hacer es vivir bien en casa.”
Mo Qianni entendió lo que ella quería decir, pero era difícil para ella misma calmarse. Ella lentamente caminó hacia la mesa y se sentó, luego despacio comenzó a comer el arroz que Ma Guifang le sirvió.
Ma Guifang no sabía si reír o llorar: “Ni-zi, come más verduras, ¿por qué sólo estás comiendo arroz blanco sin ningún plato acompañante?”
“Mamá...” Mo Qianni asentó sus palillos, miró hacia arriba y dijo: “No voy a comer más, iré a la entrada del pueblo a esperar a Yang Chen.”
“Hija, ¿por qué eres tan obstinada? Ya te he dije que tanto si esperas o entras en pánico, el resultado es igual.” Ma Guifang amorosamente persuadió.
Mo Qianni sacudió su cabeza: “No es igual. Espero que cuando Yang Chen regrese, la primera persona que vea sea yo. Espero que me vea esperándolo y preocupándome por él, para que cuando salga y pase por situaciones peligrosas, él sabrá que hay alguien esperando que regrese. Creo que eso lo hará más feliz que verme comer pacíficamente aquí.”
Ma Guifang estaba asombrada mientras Mo Qianni se levantó y se dirigió a la puerta.
‘Esta niña tonta’...... Ma Guifang murmuró en su corazón.
Justo cuando Mo Qianni estaba a punto de abrir la puerta principal, la puerta la cual no estaba cerrada de repente se abrió desde el exterior.
Yang Chen la saludó con una sonrisa: “Pequeña Qianqian, no hay necesidad de ir hasta la entrada, está muy lejos.”
Cuando él miró su anhelante rostro que estaba cerca de convertirse en tortura, ¡Mo Qianni se sintió resentida, y sintió ganas de darle una bofetada!
Sin embargo, cuando estaba a punto de golpear a Yang Chen con su mano, ella cambió su acción para enganchar su cuello con su brazo. El cuerpo suave y liviano de Mo Qianni se pegó a Yang Chen, su cabeza se apoyó contra el pecho de Yang Chen, y se quedaron en esa posición.
Yang Chen abrazó la cintura de Mo Qianni, disfrutó la calidez y suavidad de ello muchísimo. Él frotó la espalda de Mo Qianni y le dio palmaditas. Con una sonrisa dijo: “Está bien, Suegra aún está esperando por nosotros. ¿No ya he regresado? Si lloras, ella pensaría que te he estado intimidando.”
Mo Qianni miró hacia arriba y soltó sus brazos alrededor del cuello de Yang Chen, con húmedos ojos rojos dijo: “¡Me intimidaste! Te fuiste sin decir una palabra y solo dejaste una nota, y tu teléfono no pudo ser contactado. ¡Estabas intentando que me preocupara por ti, así que intencionalmente me estabas intimidando!”
“La situación es bastante complicada, pero definitivamente no te hice preocupar a propósito.” Yang Chen dijo con una sonrisa forzada.
“No me importa, tienes que compensarme.” Mo Qianni enojadamente dijo.
“¿Compensar? ¿Cómo?” Preguntó Yang Chen.
Mo Qianni lindamente tomó algunas respiraciones profundas, luego de repente se acercó y presionó sus exquisitos labios rojo cereza contra los labios de Yang Chen.
Frente al ataque repentino de esta hermosa mujer, Yang Chen estaba asombrado por un momento, luego comenzó a responder con placer.
Durante medio día, lo cual realmente no fue mucho o poco, Mo Qianni se había sentido preocupada por Yang Chen. Ello había estado pesando en ella todo el tiempo, y realmente no era una sensación agradable.
Ella temía que algo le sucediera a Yang Chen, y que sus sentimientos por él que no había revelado jamás pudieran tener la oportunidad de ser expresados.
Por lo tanto, cuando Yang Chen finalmente regresó a salvo y ella olió su aroma familiar, Mo Qianni fue abrumada por la pasión y terminó tomando acción.
Durante el beso húmedo y lloroso, Mo Qianni fue más directa y atrevida que nunca antes, como si quisiera expresar todos los pensamientos y sentimientos que acumuló durante este tiempo a Yang Chen con este beso.[1]
Ma Guifang quien vio el beso apasionado que compartían tenía una expresión complicada en su rostro. El hecho que su propia hija estaba besando y abrazando a un hombre frente a ella la hizo sentir satisfecha, pero también la hizo sentir abatida como si hubiera perdido algo.
Cuando Mo Qianni había besado hasta el punto donde se había quedado sin energía y empezaba a entrar en calor, ellos por fin se separaron, ella se sentía tan débil que ya apenas podía mantenerse estable.
Yang Chen echó un vistazo a esta mujer cuyo rostro era como un melocotón, con el aliento que olía a orquídeas y ojos chispeantes que podrían derretir el corazón de cualquier hombre.
Recordando los lindos pensamientos de Mo Qianni que escuchó cuando estaba en la puerta, Yang Chen no pudo evitar darle un beso suave en la frente. En este momento, ella era tan hermosa como una diosa para él.
Yang Chen jugó con el cabello de Mo Qianni, olfateó su rica fragancia que era debido a ella entrando en calor, y preguntó con una sonrisa irónica: “Mo Qianni, ¿cuándo te volviste tan hermosa? ¿Fue la semana pasada, ayer o justo hace un momento?”
Había una suave sonrisa en los ojos cristalinos de Mo Qianni: “No es ninguno de esos, es desde el momento en el que me enamoré de ti.”[2]
“Oh mi... ¡Eso es muy sentimental! Ustedes dos deberían tener suficiente ahora, ya se han abrazado y besado, ¿ahora están intentando matar a su madre con cosas sensibleras?” Ma Guifang no pudo soportar oír más, así que tuvo que hablar con su rostro un poco sonrojado.
Mo Qianni acababa de darse cuenta de que habían hecho todo eso delante de su madre. Ella inmediatamente dejó ir a Yang Chen, y corrió hacia Ma Guifang en una ráfaga. Ella abrazó a Ma Guifang con fuerza y ​​dijo: “Mamá... ¿Qué tal si te doy un beso también? Las cosas entonces serán iguales.”
“Eh, no…”
Antes de que Ma Guifang pudiera detenerla, Mo Qianni besó sus mejillas dos veces.
“Eres una niña tonta...” Ma Guifang no sabía si reír o llorar, así que suspiró y dijo: “No soy alguien que no puede pensar a través de las cosas, pero ustedes no deben estar compartiendo tal beso apasionado delante de mí, mi mente no puede seguir el hilo de la forma que ustedes los jóvenes piensan.”
Yang Chen entró en la casa y vio los platos sobre la mesa, con una sonrisa dijo: “¡Madre, vamos a comer! Besar sabe bien, pero no puede llenar el estómago.” Diciendo eso, le guiñó el ojo a Mo Qianni.
Mo Qianni lindamente hizo pucheros: “¿Nos hiciste tan preocupadas, pero quieres comer el momento en el que regresas? ¡No tienes permitido comer!”
“Ni-zi, no seas infantil, vamos a comer.” Oyendo a Yang Chen llamarla madre, Ma Guifang estaba muy feliz: “Yerno Yang, toma asiento, te traeré un tazón.”
Muy pronto, los tres estaban sentados alrededor de la mesa y almorzando felizmente.
Ma Guifang y Mo Qianni no le preguntaron a Yang Chen qué salió a hacer, mientras Yang Chen no lo mencionó tampoco. Esto era como un entendimiento tácito entre ellos, lo cual Yang Chen disfrutaba muchísimo.
Durante la comida, Mo Qianni recordó algo y preguntó a Ma Guifang: “¿Mamá, qué pensaste de mudarte a Zhonghai para vivir conmigo hasta ahora? No hay problema con eso, ¿verdad?”
Ma Guifang colocó un trozo de pollo en el tazón de Yang Chen, luego dijo con una ligera sonrisa: “Ni-zi, no voy a ir a Zhonghai contigo, no me siento a gusto de ir ahí por el momento.”
“¿Por qué? ¿Tienes alguna dificultad?” Mo Qianni ansiosamente preguntó.
Ma Guifang sacudió su cabeza y dijo: “Es obvio que a Mamá le gusta estar contigo, tener la compañía de sus hijos siempre hará feliz a uno. Pero este definitivamente no es el momento. Ambos tienen trabajo, mientras que yo solo puedo ayudarlos con mantener la casa limpia y cocinar. No estoy familiarizado con la vida en Zhonghai, y estaré aburrida hasta la muerte. Aquí hay al menos muchos compañeros aldeanos con los cuales puedo conversar.”
“Pero te estás envejeciendo, Mamá, no puedes sólo seguir viviendo así para siempre.” Mo Qianni sabía que las palabras que su madre habló eran ciertas. En una ciudad grande, Ma Guifang quien no tenía un trabajo se sentiría sola.
“Entonces tienes que trabajar duro.” Ma Guifang dijo con una mirada profunda: “Si tienes hijos, yo podría cuidar de ellos. De esa forma, no estaría aburrida, y estaría bien en cualquier parte que viviera, ¿no?”
‘¿Hijos?’
Mo Qianni inmediatamente entendió lo que su madre quería decir, y miró tímidamente a Yang Chen. Viendo a Yang Chen tragando su comida como si no escuchó esto, ella no pudo evitar rodar sus ojos en él.
“Yerno Yang, come despacio y ten cuidado de no atragantarte, toma un poco de sopa.” Dijo Ma Guifang.
Mientras masticaba, Yang Chen dijo con una voz vaga: “Madre, los platillos que usted prepara son mucho más sabrosos que aquellos en los restaurantes.”
“Por supuesto, las verduras en las montañas pueden ser simples, pero son naturales.” Ma Guifang dijo con satisfacción.
Viendo el harmonioso intercambio entre su mamá y Yang Chen, Mo Qianni estaba rebosante de alegría por dentro, pero al mismo tiempo, recordó que su identidad era la de una amante, y eso pesaba sobre ella.
Fue en ese momento que una mano grande y cálida fue colocada sobre el muslo de Mo Qianni, y suavemente la palmeó dos veces.
Mo Qianni miró hacia arriba, y vio la mirada reconfortante de Yang Chen.
‘Eso es cierto... Él es tan poderoso, así que definitivamente tiene una forma. Hemos experimentado tantas cosas juntos, e incluso estuvimos al borde de la muerte juntos, ¿cómo puede tal pequeño asunto separarnos?’
Cuando ella pensó en esto, Mo Qianni se calmó.
Como no solicitaron tantos días de permiso, ellos tuvieron que irse tras pasar una noche más en el Pueblo de Kunshan.
En la mañana, ellos tomaron sus equipajes y se despidieron de Ma Guifang. A lo largo del camino, Yang Chen le contó algunos asuntos respecto a lo que sucedió y sobre Leaf, pero no entró en detalles, así que Mo Qianni solamente supo lo esencial.
Mo Qianni no indagó más. Aunque estaba curiosa por muchas cosas, ella estaba aliviada siempre y cuando no más problemas salieran de ello.


[1] Radak: ¡Esa es una waifu hecha y derecha!
[2] Radak: Demasiada azúcar…
...

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